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LEVANTE 2-12-09

Malas noticias para el Júcar

Los científicos tienen cada vez más evidencias de que es el cambio climático y no un ciclo seco lo que hace disminuir las lluvias

JOSÉ SIERRA VALENCIA
La comunidad científica dispone ya de evidencias que dibujan un sombrío panorama para el principal río valenciano y pese a que todavía no existe total unanimidad y sí un cierto grado de incertidumbre, existen indicios de que el actual ciclo seco que arrancó en los años ochenta está siguiendo patrones diferenciados que justificarían el espectacular descenso de las aportaciones hídricas en la cabecera del río.
Entre los científicos se abre paso la percepción de que la "interferencia" del cambio climático y la más que probable combinación de cambio climático y sequía es la responsable del fenómeno que amenaza la supervivencia de los principales ríos valencianos.
Una tesis doctoral de Hernández Barrios dirigida por Miguel Ángel Pérez Martín y Joaquín Andreu, codirectores del seminario celebrado ayer en la Universidad Politécnica de Valencia sobre Incorporación de los escenarios de cambio climático en los análisis de los Planes Hidrológicos", ha permitido profundizar en los procesos que están afectando al Júcar y que condicionan el proceso de planificación hidrológica que se está desarrollando en la actualidad.

Datos para la preocupación
Según esta tesis, basada en el tratamiento de los datos disponibles, las precipitaciones medias en el conjunto de la Confederación Hidrográfica del Júcar han disminuido un 5% si se compara el periodo 1940-1979 con el transcurrido entre 1980 y 2007 mientras que las temperaturas han aumentado ya en ese periodo en 0,4º que representan un +3%.
Aparentemente no son grandes porcentajes, aunque es en el análisis de los patrones de lluvia y temperatura que se realiza en la tesis cuando surgen las desviaciones más relevantes, como la evidencia de que las precipitaciones de otoño-invierno- la época de mayor evapotranspiración y en la que existe, por tanto, mayor escorrentía y más agua llega a los acuíferos y ríos- han descendido entre un 7 y un 10%.
Además, existe un diferente comportamiento geográfico de forma que la reducción de las precipitaciones medias en las cabeceras de los ríos Júcar y Cabriel asciende a un 14% mientras en el tramo bajo del Júcar aumentó ligeramente un 1%.
En cuanto a los patrones de precipitación- donde radica la diferencia entre lo que ocurre en la actualidad y los anteriores ciclos secos en los que llovió menos pero sin cambios en su patrón, la tesis destaca que en el descenso de las precipitaciones en el periodo otoño invierno, cuando el agua es más aprovechable, es de un 25%, mientras en el tramo bajo se sitúa entre el 1 y el 5%.
Respecto a las temperaturas, para estos meses críticos, el aumento es de entre el 7 y el 9% en la cabecera frente al 5% para el conjunto del año.
Los efectos de esta combinación sobre los recursos hídricos del Júcar son una reducción de entre el 37 y el 40% en esta zona estratégica donde nacen también el Tajo y el Guadalaviar.

Peor en el futuro
Hasta aquí lo que está ocurriendo porque lo que dicen los modelos predictivos que ocurrirá es todavía peor y para el "escenario" previsto entre el 2070 y 2100 los aportes en Alarcon y Contreras serán un 50% inferiores a los actuales mientras en el curso bajo descenderán también en torno al 50%.


Més informació a:
http://www.elcorresponsal.es/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=8822

http://blogs.20minutos.es/cronicaverde/post/2009/12/02/una-presa-deja-sin-agua-al-raao-jaacar


LEVANTE 4-12-09

El Júcar se seca en un tramo de la serranía de Cuenca

J. SIERRA VALENCIA
Las escasas lluvias del otoño y la gestión del río Júcar que realiza en el Salto de Villalba de la Sierra Unión Fenosa ha provocado que el río se seque en un tramo de unos diez kilómetros situados dentro del Parque Natural de la Serranía de Cuenca. Según fuentes de Ecologistas en Acción, habitualmente la presa de La Toba suelta una exigua cantidad de agua, que no llega en muchos casos a los doscientos litros por segundo. El resto del caudal del Júcar se deriva a través de un canal hasta el Salto de Villalba. "Debido a ello, en los quince kilómetros de río que hay desde el pie de presa hasta los manantiales de Los Baños (estos últimos muy mermados por la captación de agua para la ciudad de Cuenca), en la zona conocida como los cortados de Villalba, el caudal es siempre muy escaso", aseguraron los ecologistas.
Cuando los manantiales de la zona aportan poco caudal, el río se puede llegar a secar completamente en parte de su recorrido, como ha sucedido estos días.
Xúquer Viu recordaba ayer que al menos en otras tres ocasiones , además de la actual, algún tramo del río Júcar se ha quedado en seco por el exceso de presión que existe sobre sus aguas y la ausencia de un Plan Hidrológico de Cuenca que contemple adecuadamente los usos y fije caudales ambientales. Así, en 1994 el Júcar se secó en unos 40 kilómetros de cauce cerca de Albacete debido a las extracciones masivas de agua en el acuífero más próximo y a la sequía que impidió liberar caudales desde Alarcón para mantener artificialmente el río.
En noviembre de 2006 el Júcar se secaba en el mes de noviembre en un tramo de varios kilómetros cerca de Alberic, obligando a liberar más agua desde Tous. Finalmente, en marzo de 2008 el Júcar volvió a secarse en Cuasiermas (Albacete).